A mi pueblo natal.
En Icod, lindo jardín,
donde brillan bellas flores,
como el geranio y jazmín,
de cautivantes colores,
de un Buempasero pensil,
yo tomé la más bonita:
por vivir eterno abril,
ella nunca se marchita.
Desde Belmonte a La Vega,
ni de El Teide hasta Moniz,
de su encanto con la entrega,
me hiciera otra tan feliz.
Mi huerto tornó en vergel
y su abrojo en alhelí:
con dos rosas y un clavel
creó un ramo para mí,
que en magistral sortilegio,
un canario cantarín
le enseño acorde y arpegio
sacar de piano y violín.
para que con su armonía,
nos invite a compartir
las penas y la alegría
de nuestro diario vivir.
Querido Icod, allá en el Cielo
de tu Azul, en el Cenit,
al posarme de mi vuelo,
yo rimaré para ti.
Autor: Prof. Domingo Ruiz Guzmán.
Etimólogo y Poeta.