Doy gracias a mi Dios Omnipotente
por tantas cosas buenas que me ha dado,
y de todo el anhelo no logrado,
pienso, quizás me fuera inconveniente.
Por nacer, y ser sano en cuerpo y mente,
de un padre laborioso y muy honrado,
y madre de virtudes un dechado,
que en mí dejaron huella permanente.
Por haber aprendido desde niño,
que hay que insistir con mística y cariño,
si aspiramos la meta a conseguir,
y que tendrá sentido la aventura,
si antes de emprender nuestra andadura,
la llegamos cual sueño a concebir.
Autor: Prof. Domingo Ruiz Guzmán.