Cha Mercedes amasó
un zurrón de gofio’e trigo,
lo sirvió con queso’e Mazo
y una cuarta de buen vino.
Cho Pancho, entre canto y canto,
fue mucho lo que comió,
y lo bebido fue tanto
que hasta el tino lo perdió.
José «El Romero», cantó
con una maga llenita.
Ella le ofreció una flor
y él una papa bonita.
Procedente de la Villa,
mi amigo Juan se subió
a la cargada carreta,
y del peso ésta cedió.
Para olvidar lo ocurrido
fueron hacia el ventorrillo
donde se comió un suspiro
y enderezó su tobillo.
Allí cantó una folía,
sentado junto al fogón,
y al mismo tiempo engullía
sardina en mojo picón.
Cha María se enfadó
porque el ritmo no seguía,
cansada pisó a Ramón
el pie que más le dolía.
– «Cuando tú quieras bailar,
ensaya junto a la era,
y así verás que el danzar
hace feliz a cualquiera».
Autor: Prof. Felipe Elías Afonso Ruiz.