PUPILAS ESQUIVAS
Nena,
Dime:
¿Qué será lo que tienen tus pupilas,
que se muestran esquivas,
si las quiero mirar?
Y ¿por qué cuando encuentro tu mirada
cruzando con la mía,
se suele desviar?
No puedo soportar lo torturante
de tu extraña actitud.
Para saber si es sólo coqueteo,
o simple ingratitud,
la luminosidad de tus luceros,
yo quiero penetrar,
y escudriñar lo que por mí tú sientes,
en su profundidad.
Quisiera preguntarles si deseas,
igual que lo que yo quiero de ti:
fundirnos en un beso fuerte y dulce,
con loco frenesí.
Tu esquivez te dibuja escurridiza,
cual las olas del mar,
y las nubes del cielo: caprichosas
se esfuman y se van.
Diles:
Que no sean ingratas, que susurren
tiernamente que sí,
pues con un no cruel, yo no podría,
no sabría vivir.
Que con diafanidad y transparencia,
se expresen siempre, con sinceridad:
en el amor, si es puro, como el nuestro,
no hay que disimular.
Dicen:
Que yo también te adoro con delirio,
aunque a veces pretenda soslayar,
y por eso, por siempre nos querremos,
hasta la Eternidad.
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Autor: Prof. Domingo Ruiz Guzmán.
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